El entorno ubicado entre el Puente de Segovia y el Puente del Rey concentra el origen y evolución de la ciudad de Madrid, a un lado del río con la ubicación de las fortalezas de defensa árabes, que con el paso del tiempo se tornó en el Alcázar de la dinastía Habsburgo, origen a su vez del Palacio Real con los jardines del Campo del Moro a sus pies; y al otro lado del río con la Casa de Campo que es el gran parque de caza, cerrado y arbolado, con más de 1700 hectáreas, de los reyes de España desde el s.XVI hasta inicios del s.XX.
En la entrada a la Casa de Campo se ubica el Puente del Rey que fue edificado en 1816 por orden de Fernando VII, con el fin de enlazar el casco urbano con los jardines de la Casa de Campo, si bien su anchura era mucho menor, llegando a su amplitud actual al pasar en 1931 la Casa de Campo a ser un parque público para el uso de los madrileños.
La Puerta del Rey es la puerta que daba acceso a la Casa de Campo desde el Palacio Real. Actualmente la Puerta del Rey ha sufrido un proceso de restauración `interpretada´, desplazándola de su posición original, para situarla más cercana al río. Se encuentra incluida en el parque, frente al Puente del Rey, monumento con el que siempre estuvo vinculada
En este mismo entrono se ubica el Túnel de Bonaparte, que es parte del encargo realizado por José I en 1811 a Juan de Villanueva de conectar el Palacio Real y los jardines del Campo del Moro con la Casa de Campo a través de un camino arbolado, un túnel y un viaducto para llegar a la Puerta del Rey.
Por último, en esta zona se ubica la Ermita de la Virgen del Puerto y los jardines aledaños que la rodean, la ermita fue encargada a Pedro de Ribera por el Marqués de Vadillo en honor a la Virgen del Puerto, patrona de Plasencia, donde había sido corregidor antes que en Madrid, siendo construida entre 1716 y 1718.
En esta misma zona de los jardines de la Virgen del Puerto se encuentran las fuentes de las Lavanderas, como testigo de la existencia en las márgenes del río de lavaderos de ropa, en donde llegaron a trabajar hasta 4000 lavanderas a finales del s.XIX.
LONGITUD: 1100 metros
TIEMPO ESTIMADO: 20 minutos
Punto de interés 1. Puente de Segovia, variedad y diversidad a la vista
Una de las características de Madrid Río es la presencia de mayor biodiversidad que en otros jardines y parques. La creación de tres zonas distintas con especies características de bosques mediterráneos, atlánticos y de ribera persigue esto. Y, gracias a esta combinación, disfrutamos de pequeños pero variados paisajes, con diferentes árboles y cambiantes flores y fragancias. Además del elevado interés estético que suponen, especialmente con las variaciones cromáticas estacionales, esta diversidad de plantas nos acerca, más de lo habitual, a un ambiente natural; favoreciendo, a su vez, que la vida se desarrolle por doquier y las especies, incluso algunas más silvestres, tengan una oportunidad de acercarse a nuestros jardines y asentarse y prosperar en ellos.
Desde el margen derecho del río a la altura del Puente de Segovia podemos disfrutar del paseo de pinos, de los jardines bajos con la renaturalización del cauce y de las fuentes y estanques creados bajo dicho puente, todo ello con el horizonte del Palacio Real y las praderas de los jardines de la Virgen del Puerto, aunando en este punto naturaleza, jardines, ciudad e historia para el disfrute general de vecinos y visitantes.
Punto de interés 2. Avenida de Portugal – Viaje a Lisboa
Debido a su posición central en la Península Ibérica, la ciudad de Madrid ha tenido la necesidad histórica de establecer conexiones radiales con las distintas ciudades que la rodean, si bien la conexión hacia el Atlántico no dispuso de un tramo de salida de la ciudad hasta el siglo XX.
La avenida de Portugal actualmente narra el viaje de Madrid a Lisboa mediante las visiones de los objetos y texturas que se encuentran presentes en los diferentes lugares del recorrido, basándonos en tres elementos para construir las bases de un recuerdo ineludible.
1.- Los cerezos del valle del Jerte, con su fuerza plástica durante la época de floración, siendo en este caso cuatro especies las que conforman el arbolado del paseo, Prunus avium, Prunus avium ‘Plena’, Prunus yedoensis y Prunus padus ‘Waterii’.
2.- La textura del pavimento, evocando la imagen de las calles de Lisboa, que dota al bulevar de una vibración específica e inconfundible.
3.- La cerámica portuguesa como material de revestimiento de los elementos emergentes de mayor volumen, con el azul como color tradicional dominante en sus múltiples tonalidades, que puntean el conjunto en su longitud.
El puente del Rey es el enlace de la trama urbana con la Casa de Campo, tratándose actualmente como una plaza sobre el cauce del río y una gran explanada que conduce a la Puerta del Rey y entrada a la Casa de Campo.
El paisaje de este entorno, está formado por una sucesión de cuatro ámbitos diferenciados pero estrechamente ligados entre sí. El talud de la Virgen del Puerto, una franja longitudinal que está en contacto con el tráfico rodado y que sirve de transición hacia el parque, conectando visualmente los puntos específicos del paisaje inmediato (puente del Rey, la ermita, la entrada a la Casa de Campo). Como segundo ámbito se encuentra una superficie casi plana que acompaña el paseo a lo largo del río que se ordena mediante los paseos y las fuentes ornamentales de las lavanderas. En tercer lugar el conjunto formado por el puente del Rey y la explanada de acceso a la Casa de Campo y por último la rehabilitación de la Huerta de la Partida, ya en el interior de la Casa de Campo, vinculada desde el siglo XVI al palacio de los Vargas como zona de abastecimiento de hortalizas.
Punto de interés 4. Jardines de la Virgen del Puerto. Las lavanderas en las riberas del Manzanares
Desde el siglo XVI hasta el XX, con la invención y extensión de la lavadora, este esfuerzo lo cubrían las lavanderas. El escaso caudal y las poco escarpadas orillas permitían trabajar en el margen del río e instalar tendederos de ropa en la ribera. La imagen del Manzanares en estos largos cinco siglos era la de unos lavaderos en los que, citando a Pío Baroja, “brillaban al sol las ropas puestas a secar, con vívida blancura”. Pero también era la imagen de las mujeres arrodilladas durante horas frotando ropa contra tablas de madera, a la intemperie en unas durísimas condiciones. Y, en muchos casos, mientras cuidaban de sus hijos, sin escolarizar por su pobreza. Es la historia de una clase empobrecida, que nos muestra Arturo Barea en “La Forja”: “para insultarme, me ha ocurrido que los ricos me han llamado el hijo de lavandera”.
En el entorno de la Ermita de la Virgen del Puerto y los jardines que la rodean, se encuentran las Fuentes de las Lavanderas, cuatro fuentes ornamentales de granito que evocan los antiguos lavaderos que existían a orillas del río hasta principios del siglo XX
El nombre de Salón de Pinos ha servido para identificar la Franja de la Sierra, como idea del proyecto, que debería crecer sobre la autopista enterrada, evocando a los Salones o espacios públicos que se creaban en el siglo XIX y que se dedicaban al paseo y al encuentro de los vecinos.
La constitución de este espacio está conformada por la combinación de una banda arbolada de una densidad forestal y una cinta pavimentada que permite la accesibilidad con la máxima comodidad en toda su longitud.
El Salón de Pinos tiene unas características propias y singulares, pudiéndose calificar como una zona sobria, silenciosa y recia; y se ha consolidado como un eje dinámico en el que la actividad principal que se desarrolla es el paseo, a pie, en bicicleta u otros medios de trasporte respetuosos con el medio, bajo la sombra de la copa de los pinos de las especies Pinus pinea y Pinus halepensis. La vegetación arbustiva plantada en los taludes está compuestas por plantas aromáticas, de bajo mantenimiento y consumo hídrico: Lavandula angustifolia, Rosmarinus officinalis y Teucrium friticans principalmente.
LONGITUD: 1300 metros
TIEMPO ESTIMADO: 25 minutos
Punto de interés 1. Puente de Toledo, un hábitat para multitud de seres
Un puente puede parecer un lugar poco propicio para la vida silvestre. Pero siempre hay quienes son capaces de encontrar en casi cualquier sitio un hábitat donde prosperar. Para algunas especies el puente funciona como un entorno rupícola (de zonas rocosas) y, así, pueden considerarse los “roquedos y cantiles urbanos”. Sobre las piedras del puente, reptiles, como lagartijas y salamanquesas, trepan y corretean aprovechando las grietas para esconderse, alimentándose de los numerosos insectos que atraen las luces de las farolas como, también aquí, aprovechan los murciélagos. Y varias especies de aves, aviones y golondrinas son las más frecuentes, pueden nidificar en los abrigos que ofrece este tipo de construcciones; mientras que otras muchas usan el puente como posadero sobre el río para otear, cazar o, simplemente, descansar.
Punto de interés 2. El río a vista de pájaro – La pasarela del Principado de Andorra
Desde la plataforma de puentes y pasarelas, nos encontramos elevados sobre el agua y las orillas; una vista de pájaro sobre este paisaje que nos permite observar la actividad de los animales que en él viven. Aunque en la naturaleza la inmensa mayoría de animales huyen de los humanos, numerosos seres que viven en un ambiente como el del río Manzanares están más habituados a nuestro trasiego, dándonos la oportunidad de observarlos de “cerca”. Sobre la pasarela del Principado de Andorra podemos observar algunos de los peces que se encuentran en el agua (carpas y barbos fundamentalmente) y, con menos dificultad, las aves que se encuentran en el río, ya sea nadando, sobrevolando su superficie o posadas en suelo y plantas de orillas e islas.
Esta pasarela, con forma de Y, consta de una estructura metálica de viga-celosía con tablero de madera y fue finalizada en el año 2008
Punto de interés 3. Jardines Bajos del Puente de Segovia - La naturalización del río
Las presas del Manzanares buscaban darle la apariencia de un río caudaloso, convirtiéndolo en una serie de estanques profundos y consecutivos. Pero el Manzanares es un río mediterráneo, de caudal escaso. Como parte del proceso de naturalización del río se abrieron las presas, se retiraron especies invasoras y, con ello, se ha facilitado la recuperación de especies de ribera, como chopos, fresnos y sauces y lacustre como juncos, eneas y carrizos. Desde los Jardines Bajos del Puente de Segovia, podemos observar una de las zonas en la cual, una vez abiertas las presas el caudal del río bajó y el lecho arenoso reapareció, permitiendo la recuperación de procesos naturales, como la formación de barras e islas de arena, rápidamente colonizadas por las plantas autóctonas mencionadas. Igualmente es una zona de tranquilidad y calma al encontrarse en parte aislada de la senda principal del parque en la que disfrutar del sonido del agua de los estanques y fuentes creados bajo el Puente de Segovia en el año 2010.
Puente de Toledo, un hábitat para multitud de seres
Un puente puede parecer un lugar poco propicio para la vida silvestre. Pero siempre hay quienes son capaces de encontrar en casi cualquier sitio un hábitat donde prosperar. Para algunas especies el puente funciona como un entorno rupícola (de zonas rocosas) y, así, pueden considerarse los “roquedos y cantiles urbanos”. Sobre las piedras del puente, reptiles, como lagartijas y salamanquesas, trepan y corretean aprovechando las grietas para esconderse, alimentándose de los numerosos insectos que atraen las luces de las farolas como, también aquí, aprovechan los murciélagos. Y varias especies de aves, aviones y golondrinas son las más frecuentes, pueden nidificar en los abrigos que ofrece este tipo de construcciones; mientras que otras muchas usan el puente como posadero sobre el río para otear, cazar o,simplemente, descansar.
OCIO Y ESPARCIMIENTO PARA EL PASEO, EL JUEGO, EL BAÑO. USOS SOCIALES DEL PARQUE I
La ribera del Manzanares es un espacio lleno de vida, que nos ofrecerá distintas sensaciones según la época del año, pero que siempre tiene algo que ofrecer. Pensado para un público amplio, encontramos césped y bancos que invitan a reposar, a una conversación o a la lectura, esto no está reñido ni con pasear a lo largo de la ribera, a pie, en bicicleta, patines, etc. ni con el bullicioso jaleo de los parques infantiles. En el pasar de los días encontraremos la belleza del cambio de color en las hojas de los árboles en el otoño, la bruma y calma fría del invierno, el resurgir, tanto de plantas y flores como de la actividad humana, en la primavera, y los largos y calurosos días del verano, en los que las fuentes de la “playa de Madrid” y los céspedes del Madrid Río hacen sus turnos más largos, siempre repletos. El parque está vivo, vivo por su actividad… ¡aprovéchalo!
Contrastando con otras zonas del parque, de arbustos y árboles más dispersos, está el monumental paseo de los plátanos, una avenida de fresca sombra en verano, dorada y llena de hojarasca en otoño, de grises ramas desnudas en invierno y renacida con el vivo verde de la primavera. Su gran tamaño, que fácilmente supera los 30 metros, su resistencia y frondosa copa, hacen de él un árbol muy plantado en ciudades. Su nombre común, “plátano” resulta confuso ya que nadie encontrará una de estas frutas en ellos. Parece venir del latín platanus, a su vez del griego platýs (ancho o ancha) y para entender este último nombre basta con coger una hoja y ver su tamaño.
ACTIVOS POR EL PARQUE. OCIO Y ESPARCIMIENTO PARA EL DEPORTE. USOS SOCIALES DEL PARQUE II
El Madrid Río es un espacio de ocio activo, un espacio deportivo por derecho propio. Cuenta con una importante extensión de sendas para pasear, correr, patinar… Entre las instalaciones deportivas a las orillas del Manzanares tenemos un campo de fútbol 11 adaptable a dos de fútbol 7, pistas de pádel, tenis, baloncesto, fútbol sala y petanca, un rocódromo, varias zonas de circuitos biosaludables con aparatos para ejercicios, un rocódromo, un circuito de BMX y otro de skate. Fuera de lo estrictamente deportivo las 17 zonas de juegos infantiles son espacios para ejercitar a los más pequeños, tanto su cuerpo como su imaginación. Todos ellos son espacios donde compartir, tiempo y aficiones, con personas de gustos afines. Este entramado nos ayuda, sin abandonar el marco del río Manzanares, a mantener un estilo de vidasaludable.
Este testigo del ayer nos relata el pasado de barrio periférico industrial de la Arganzuela. Otrora un gran matadero ha sido reformado como centro cultural que acoge múltiples disciplinas. En él podemos encontrar espacios como la Casa del Lector, un lugar de experimentación con la lectura; la Central de Diseño; la Sala Intermediæ, un espacio de reunión y debate; el Centro de Residencias Artísticas; las Naves del Matadero, donde se realizan talleres, conciertos y muchas otras actividades; la Cineteca, con sus proyecciones; la Factoría Cultural o el Espacio AVAM, un marco para la presentación de proyectos artísticos.
Eventos destinados a profesionales, conciertos al aire libre, mercados y ferias para toda la familia. ¡El Matadero, permaneced atentos para no perderos nada!
El Palacio de Cristal de la Arganzuela es, con 7100 m², el invernadero más grande de Madrid. En su interior alberga cuatro zonas diferenciadas, una de clima desértico, otra de clima subtropical y dos declimas tropicales. Estas salas presentan unas condiciones ambientales específicas que posibilitan la vida de las plantas típicas de estas regiones. Desde los espinosos cactus a las majestuosas palmeras, pasando por las rechonchas plantas suculentas que acumulan agua en el interior de sus hojas. Este invernadero nos ofrece un paseo botánico por más de 800 especies de plantas, todo ello contenido por el marco incomparable de este edificio de acero y vidrio construido a principios del siglo XX.
La Explanada de Actividades y Patinaje en Madrid Río
La explanada de Actividades es un sencillo pero muy aprovechado espacio en la que se realizan eventos a lo largo del año, como en las fiestas de Arganzuela en septiembre (“la Melonera”) y en las de la ciudad de Madrid en mayo (San Isidro). Además ésta es una de las zonas más frecuentadas por patinadores y patinadoras de todas las edades, conocida por ello también como “Pista de patinaje de Madrid Río”, donde aprenden y perfeccionan las técnicas. Gracias al camino bien pavimentado y amplio, veremos a estos deportistas por su recorrido, jalonado de fuentes, disfrutando de la compañía del río, del entorno ajardinado e incluso de magníficas vistas del Madrid antiguo, y en toda su extensión, desde el Matadero hasta Príncipe Pío.
Madrid cuenta con un importante colectivo de monopatinadores o skaters. El skateboarding, consiste en desplazarse y realizar acrobacias con un skate. Aunque es conocido su carácter “callejero” solo las instalaciones especializadas permiten desarrollarlo plenamente. Para ello se ha creado el skatepark, con zonas de aprendizaje y para iniciados, con dunas, rampas, medios tubos, barandillas, escalones y bloques. En las cercanías del Puente de Praga está la pista de fútbol de Madrid Río, un campo de fútbol 11 o dos de fútbol 7, adaptables, de césped artificial dotados de vestuarios con duchas y un graderío para el público además de una potente iluminación.