Las actividades humanas han transformado el paisaje peninsular desde hace milenios, si bien algunas aves han sido desplazadas por ello, otras han presentado grados de adaptación que van desde la tolerancia a la preferencia por estas áreas antrópicas (transformadas por humanos). Algunas, como la paloma torcaz, el mirlo, el estornino y el pinzón vulgar, prefieren zonas de bosques de frondosas, como encinas, o coníferas, como pinos, pudiendo vivir en zonas más aclaradas y abiertas y también en ambientes urbanos. Otras como la urraca y la grajilla parecen preferir estos ambientes modificados.
En común tienen el ser especies frecuentes, con mayor o menor éxito, en zonas de pradera, en las que suele haber multitud de invertebrados y semillas, entre la hierba, y frutos, en los arbustos y árboles colindantes, por lo que tienden a ser omnívoros.
Paloma torcaz (Columba palumbus)
Su hábitat “natural” son bosques de frondosas o coníferas, en menor medida arbolados dispersos o matorrales. Muy común en ciudades su dieta se basa en hojas, frutos y semillas.
Bisbita pratense (Anthus pratensis)
Este pequeño pájaro aparece en prados (de ahí su nombre, pratense), cultivos y otras zonas abiertas. Gregario y de vida terrestre se protege con sus discretos colores, miméticos con el suelo.
Mirlo común (Turdus merula)
Lo veremos correteando por el suelo a intervalos cortos, buscando presas, principalmente lombrices, mediante la vista o picoteando el suelo. Completan su dieta con frutos.
Urraca (Pica pica)
Especie sumamente generalista y oportunista, vive en muy diversos hábitats y se alimenta de casi cualquier cosa comestible, incluso huevos y pollos de otras aves. Es frecuente el verla saltando por el suelo.
Grajilla (Corvus monedula)
Córvido oscuro, de llamativos ojos azules, que suele desplazarse, son frecuentes sus acrobacias áreas, en grupo por las zonas abiertas con altos árboles y edificios, donde se refugian para pasar la noche formando bulliciosos dormideros.
Estornino negro (Sturnus unicolor)
Una especie gregaria, famosa por imitar cantos de otras aves y por formar espectaculares bandadas en invierno. También es visible durante el resto del año, cantando sobre perchas conspicuas.
Pinzón vulgar (Fringilla coelebs)
Del tamaño de un gorrión, muy abundante. Es común verlo correteando por el suelo en busca de semillas o sobre las ramas buscando frutos y brotes tiernos.
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